sábado, 13 de septiembre de 2014

Mi corazón se detuvo y luego comenzó una marcha incesante dentro de mí... Eso fue lo que sucedió hace aproximadamente una hora.

Ahora, tus manos se acercan ligeramente a mi rostro. Siento cada movimiento sobre mi mejilla, y por lo que parece una eternidad tus labios se acercan para depositar un beso fugaz en mi rostro, diciendo un frágil "adiós".
Te quedas a lo lejos cruzando palabras con los demás de la sala...

Como si hubieses olvidado lo ocurrido hace unos minutos, te acercas nuevamente para despedirte.
Mi corazón vuelve a saltar.
Mi respiración se corta.
Mis pulmones olvidaron como funcionar.
Te acercas y tu mano se posa sobre mi hombro.
Lentamente levantas tu cabeza y tu cabello me roza.
En una milésima de segundos tus labios tocan mi frente.
PROTECCIÓN
Eso es lo que me hace sentir ese beso.
Fue tan cálido que me siento llena de tu calor, y siento que con esto me bastará hasta que aparezcas nuevamente frente a mí.

Y otra vez mi corazón quiere salir volando de mi pecho para saltar al tuyo y aferrarse.

Si tan solo me dejaras...

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