sábado, 18 de junio de 2011

Tormentas

Momentos de penas, gritos y desilusiones. Mi alma se agujera enormemente al sentir esos reproches sin fundamento. Me hacen sentir un estorbo,  una carga, como muchos dicen. 
Ahora es cuando desearía estar sola en un lugar lejano, pero cerca; desconocido, pero conocido. Estar en un lugar donde sólo se pueda respirar tranquilidad. Esa paz deseada.
Sobre el techo de mi habitación  suenan estrepitosamente las gotas de lluvia que caen quizás porque las nubes lloran de pena al ver mi desdicha. 
Desearía creer en que luego de la tormenta siempre sale el sol. Pero tengo una gran duda sobre ello. ¿Por qué siempre que llega la alegría hay algo que lo opaca?. No creo que alguien pueda responder a esta interrogante. 
Pero, en estos momentos es cuando más te necesito, quizás quieres estar cerca mío, pero no puedes.
Necesito el abrazarte, apretarte entre mis brazos, besarte lentamente y sentir el calor de tu amor.
El pensar en ti, y escribir mis pensamientos hace que mis lágrimas cesen de caer por mis mejillas, humedesiendo este papel. 
Mis ojos están cansadas de dejar salir las lágrimas, se llenan de lágrimas y se nubla mi vista.
Ya no quiero más. 
¡Por favor!
Quiero Tranquilidad.
Las tormentas cesan sólo por un tiempo, pero luego siguen su caminar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario