viernes, 17 de junio de 2011

Tu y Yo


Todo comenzó con un “hola”, mis amigas te presentaron hacia mí. Eras su amigo. Te había visto antes, pero solo desde lejos, no sabía como te llamabas, ni te conocía.
Poco a poco empecé a conocerte. Poco a poco fuimos siendo amigos. Cada día nos conocíamos mejor. Cada día conocía una bella parte de tu alma.
Al pasar el tiempo nos acercábamos más y más. No nos dimos ni cuenta y ya nos tratábamos como hermanos.
Me sentía tan vacía cuando no estabas, te extrañaba mucho cuando no te veía.
Pasó el tiempo, llegó un momento e que andábamos de la mano, abrazados sin ninguna importancia de lo que dijera el resto. Nos molestaban, claramente, pero a mí eso me resbalaba. No importaba, eras como mi hermano.
Al enterarme de lo que sentías hacia mi, todo mi mundo dio vueltas, vueltas y vueltas.
No comprendía, cómo no me había dado cuenta antes. Muchas cosas encajaban. Pero también así me di cuenta de algo…Sentía lo mismo por ti.
Los días pasaban y cada vez pasaban más cosas, hasta que ya todo era inevitable. Estábamos destinados a estar juntos. De ser los mejores amigos pasamos a ser una pareja inseparable.
Ahora guardo tantos recuerdos en mi memoria. Días alegre, de locuras, de hermanos, de tristezas, de peleas, de extrañar, etc. Pero, hay algo que siempre tuve claro, no podría vivir sin ti. Eres lo que más necesito. Eres mi complemento. La mitad perfecta. Nunca nos separaremos, o todo dejaría de ser…
           

No hay comentarios:

Publicar un comentario